Es una cirugía para
reconstruir el ligamento que se encuentra en el centro de la rodilla con un
nuevo ligamento.
El ligamento cruzado anterior (LCA) mantiene al hueso de la
espinilla (tibia) en su lugar. Una ruptura de este ligamento puede provocar que
la rodilla se afloje durante la actividad física.
Descripción:
Usted probablemente
recibirá anestesia general inmediatamente
antes de la cirugía. Esto significa que estará dormido y sin dolor. Algunas
veces, se usan otros tipos de anestesia para esta cirugía.
El tejido que
reemplazará el LCA dañado proviene de su propio cuerpo o de un donante. Un
donante es una persona que ha muerto y que, antes de morir, decidió dar todo o
parte de su cuerpo para ayudar a otros.
El tejido tomado
del propio cuerpo se denomina autoinjerto. Los dos lugares más comunes para
tomar el tejido son un tendón de la rótula o un tendón de la corva. Éste último
corresponde al músculo por detrás de la rodilla. El tejido tomado de
un donante se denomina aloinjerto.
El procedimiento por
lo regular se realiza por medio de una artroscopia de
rodilla, procedimiento en el cual se inserta una cámara diminuta
dentro de la rodilla a través de una pequeña incisión quirúrgica. La cámara va
conectada a un monitor de video en el quirófano y el cirujano la utilizará para
revisar los ligamentos y otros tejidos de la rodilla.
El ligamento
cruzado anterior (LCA) es un ligamento ubicado en el centro de la rodilla que
impide que la tibia avance sobre el fémur.
Si el ligamento
cruzado anterior (LCA) está roto, la articulación de la rodilla puede volverse
inestable y afectar la capacidad para realizar trabajos o actividades atléticas.
La reconstrucción
del ligamento cruzado anterior es la cirugía para reemplazar el LCA roto. Hay
varias opciones de tejido a usar para el nuevo ligamento, como un autoinjerto
(tejido del propio cuerpo del paciente) o un aloinjerto (tejido de un cadáver).
Uno de los autoinjertos más comunes utiliza parte del tendón rotuliano (el
tendón que se encuentra en la parte frontal de la rodilla).
Se retira el
ligamento viejo utilizando un "shaver" u otros instrumentos. Se hacen
los túneles en el hueso para colocar el nuevo ligamento (injerto rotuliano) en
la rodilla a la altura del sitio del LCA viejo. Para asegurar el injerto en los
túneles de los huesos comúnmente se emplean tornillos, aunque también se usan
otros métodos de fijación, dependiendo del tipo de injerto utilizado.
Al final de la
cirugía, se cierran las incisiones y se coloca un vendaje. La reconstrucción
del ligamento cruzado anterior (LCA) generalmente es una cirugía muy efectiva.
La mayoría de los pacientes quedará con una rodilla estable que no se sale de
su puesto después de la reconstrucción de este ligamento.
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