A ciencia cierta el
tomate puede ser ingerido libremente por pacientes con ácido úrico elevado en
sangre (hiperuricemia), e incluso en su caso más avanzado y doloroso (a nivel articular sobre todo en los nudillos de
manos y pies) como lo es la enfermedad llamada Gota.
Es un arraigado mito
nutricional entre el público y algunos profesionales de la salud sin estudios
nutricionales adecuados, prohibir el tomate pensando que puede aumentar los
niveles de ácido úrico en sangre. En realidad el
tomate es libre de purinas (sustancias alimentarias responsables de elevar
el ácido úrico en sangre).
Así que buenas
nuevas, si Ud. pensaba que no podía comer tomate, porque sufre de gota y/o de
hipeuricemia, comience a ingerir éste saludable vegetal sin temor y libremente.
El tomate es
prácticamente libre de calorías, rico en vitamina C o ácido ascórbico y en el carotenoides
antioxidante licopeno (posible anticáncer de próstata al ingerir el tomate cocido Ej. en
salsa).
Quizás el origen
del mito del tomate y el ácido úrico, proviene de su contenido de ácido oxálico
contraindicado o limitado en pacientes con cálculos renales
producidos por ésta sustancia. En los pacientes con hiperuricemia y gota son
frecuentes los cálculos renales, pero por otra sustancia (el ácido úrico).
Para reducir su
ácido úrico en sangre, ingiera abundante agua e infusiones sin
cafeína (Ej. manzanilla, rosa jamaica, tilo y toronjil) naturales, evite las bebidas alcohólicas y limite el
consumo de espárragos, arenque, granos y carne roja; pero sobre todo
consulte con un verdadero Licenciado en Nutrición y Dietética y/o Especialista en
Nutrición Clínica.
Para reducir el
riesgo a cálculos renales, también es útil tomar abundantes líquidos, así como evitar
suplementos de vitamina C que contengan más de 100mg; la ingesta de calcio
proveniente de alimentos (Ej. leche y yogur descremados, quesos blancos) debe
ser normal (ni baja ni alta).
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