El Manguito Rotador
es una estructura músculo-tendinosa que cubre la cabeza del húmero. Está
conformado por cuatro tendones que permiten hacer movimientos de rotación del
hombro, los que se encuentran entre la cabeza humeral y la cápsula articular
por abajo y una prominencia ósea de la escápula denominada Acromión (por
arriba), es decir, está ubicado entre dos superficies óseas, lo que lo hace más
susceptible a sufrir pinzamientos.
Las lesiones de
los tendones del manguito rotador se producen por dos causas principales:
Traumáticas: En líneas generales se ven
en pacientes jóvenes y están asociadas a actividades deportivas.
Degenerativas: Habitualmente se producen por
un pinzamiento entre las dos estructuras óseas ya descritas, la cabeza del
húmero y el acromión, siendo en algunos casos más ganchoso. Va a producir un
roce en todos los movimientos de abducción de la cabeza causando un desgaste
que generará una rotura, algo que es bastante más frecuente en las lesiones
degenerativas que en las traumáticas, por lo que obviamente se ve en
pacientes de mayor edad.
¿En qué deporte es más común?
En general las lesiones traumáticas se
pueden producir en diferentes deportes, habitualmente ocurren por
contracciones bruscas del manguito rotador contra resistencia al caer
con brazo en abducción, golpeando una superficie dura, por lo tanto se puede
ver en actividades como el básquetbol, baseball, rugby, tenis y lanzamiento de jabalina.
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En el caso de ser
traumática, habitualmente deja bastante dolor y aumento de volumen en la zona
afectada. Ante eso muchas veces se consultan los servicios de urgencia, donde
se toma una radiografía que descarta la existencia de una fractura, dejándole
al paciente un antiinflamatorio y hielo. Sin embargo, muchas veces el dolor se
mantiene, sobre todo cuando hay elevación, contraresistencia o rotación
interna.
Además, hay
inflamación producto del traumatismo inicial, pero en una rotura traumática,
que puede ser de todo el espesor del tendón o parcial, muchas veces no se nota
superficialmente. Se percibe más bien en los movimientos y en algunas fuerzas
donde es más claro el dolor.
Diagnóstico
Es importante no
dejar de lado el otro tipo de patología del manguito rotador, que es bastante
importante en cuanto a mayor frecuencia, que es la rotura degenerativa. Este
pinzamiento tiene una etapa antes de llegar a la rotura que es la bursitis
subacromial (inflamación de un tejido que existe entre el tendón y el hueso, que
de alguna manera es una pequeña bolsa que amortigua y con el roce se inflama).
Esa es la primera etapa del pinzamiento subacromial. Posteriormente se puede
producir una tendinitis, para terminar luego en una rotura completa del tendón.
En ambos casos, la
forma de diagnóstico es la ecografía, examen que
permite evaluar la musculatura del manguito rotador en casi toda su extensión y
poder ver si hay bursitis, inflamación del tendón o rotura de éste. En algunos
casos se requiere hacer exámenes complementarios (resonancia magnética), que va a mostrar el
resto de la articulación del hombro cuando se cree que hay patologías
asociadas.
Esta lesión también
se ve en pacientes deportistas jóvenes que tienen un cierto grado de
inestabilidad del hombro. En este tipo de casos no corresponde a ninguna de las
dos anteriores, porque no es traumática ni degenerativa. En estos pacientes,
que son principalmente lanzadores, tenistas, nadadores, voleibolistas y
beisbolistas, entre otros, al realizar todo el movimiento de abducción y
rotación externa al momento de lanzar se va produciendo una tracción de la
inserción del tendón bicipital, que se desplaza generando una inestabilidad de
la cabeza humeral, la que va comprimiendo el tendón del supra y el
infraespinoso, que son parte del manguito rotador. También puede producir una
rotura de estas estructuras tendinosas, con lo que habría una tercera causa de
rotura del manguito rotador.
En las etapas
iniciales de estos pinzamientos y en las roturas traumáticas intrasustancia,
que tienen menos de un 50% de compromiso, el procedimiento es conservador, por
lo que se hace un tratamiento kinésico que va orientado a ejercicios de tipo
regenerativos que ayudan a que esto cicatrice, manteniendo la estructura y la
elasticidad.
En cambio, cuando
hay una rotura de espesor completo el tratamiento es quirúrgico. En éste lo que
se hace es reinsertar el tendón, que iba adherido al hueso, a través de un
implante llamado ancla, que es un tornillo metálico o reabsorbible que con un
par de suturas se reinserta en la superficie ósea.
En general una
cirugía de reparación del manguito rotador dura alrededor de una hora y media.
El tiempo de la intervención quirúrgica va a depender del tamaño y de otras
patologías asociadas que tenga el paciente. La operación se hace con anestesia
general.
Existen dos
posiciones para operar:
Silla de playa: En ella el paciente está
en 45 grados sobre una camilla con el hombro en el aire, dejando el brazo
disponible para que el equipo quirúrgico lo pueda mover. Esto se hace por medio
de una cirugía
artroscópica.
Decúbito lateral con tracción: En esta posición
el paciente se apoya sobre el lado contrario y con el brazo traccionado en 45
grados, lo que permite distender el brazo facilitando el abordaje artroscópico
para la cirugía.
Fase I: fase
postquirúrgica inmediata (día 1 - 10)
Fase II: fase de
protección (día 11 – semana 5)
Recuperación
En general, los
tratamientos conservadores en roturas parciales requieren aproximadamente dos
meses de recuperación para que cicatrice. En cambio, la cirugía requiere de por
lo menos tres meses antes del retorno deportivo.
Eso sí, hay todo un
proceso de recuperación en el que la persona siempre está haciendo actividad
física, lo que permite mantener la capacidad cardiovascular, condición que es
muy importante para los deportistas.
Además, en una
reparación quirúrgica del manguito rotador se hace una inmovilización con un
cabestrillo, aunque el paciente desde el primer o segundo día de operado ya
realiza movimientos de extensión, ejercicios de mano, algunos ejercicios
pendulares e inicia la rehabilitación kinésica en la primera semana de operado.
Sin embargo, se debe tener una protección y una restricción por lo menos en las
seis primeras semanas, que es el período en que se produce la cicatrización.
Con respecto a los
resultados de la recuperación, en roturas traumáticas de pacientes jóvenes con
tendones de buena calidad, los buenos resultados superan el 90%, pero en los
pacientes que tienen roturas degenerativas el gran problema es la calidad del
tendón y existe una degeneración de los músculos del manguito rotador que va
aumentando en relación a la edad.
Al ser una lesión
traumática es bastante difícil hablar de prevención. Si uno tiene, dependiendo
del deporte que practique, un buen desarrollo muscular siempre va a estar
protegido de las luxaciones o de tener una lesión traumática del tendón, porque
la musculatura va a servir de protección.
Por otra parte, en
los pacientes de más edad la consulta precoz frente al dolor de hombro podría
evitar que llegara a la rotura haciendo un tratamiento previo, tratando de
evitar que esta lesión pudiera terminar en una rotura del tendón.