martes, 24 de enero de 2017

BENEFICIOS DEL MÉTODO PILATES EN EL ADULTO MAYOR

Desde el inicio del método Joseph Pilates quien es el  precursor  de la disciplina denominada hoy día “Pilates”, ofreció excelentes beneficios a las personas que lo practican; entre lo aportes que brinda tal método esta el más significativo que es la conexión alcanzada entre mente-cuerpo la cual se consigue con la concentración al realizar cada ejercicio, y esto con lleva a su vez un máximo rendimiento muscular dando excelentes resultados en el organismo como lo es la mejora de la  flexibilidad, el control del equilibrio, aumento de la tono muscular y optimiza la respiración.

Son muy pocas las limitantes que expone el Método Pilates para ser practicado, entre ellas es la edad ya que puede ser aplicado tanto en niños/adolescentes como en adultos mayores; quien desee utilizar este método como rutina o disciplina deportiva solo debe disponer de buena salud en general y contar con un buen instructor capacitado en el aérea.

Siguiendo el orden de ideas, hoy en día es tendencia que las personas de edad avanzada busquen alternativas para aliviar sus dolencias sin tener que consumir tantos fármacos volviéndose dependientes de ellos; es por eso que el Método Pilates es uno de muchas disciplinas que les brinda bienestar y equilibrio a la salud del adulto mayor.

Siendo el Pilates un método de entrenamiento físico que se basa en ejercicios anaeróbicos los cuales se adaptan a la necesidades de cada persona brindando beneficios a nivel musculoesquelético, trayendo consigo mejoras en el sistema respiratorio, circulatorio, y contribuye de forma positiva en el estado anímico de la persona que lo practica.

Beneficios del Método Pilates en el Adulto Mayor




Tomando en cuenta lo antes expuesto se debe resaltar que en el presente artículo se hará hincapié en los beneficios que brinda el Método Pilates en los diversos sistemas orgánicos de las personas de edad avanzada, los cuales se mencionan a continuación:

  • Sistema musculoesquelético


Contribuye a mejorar la flexibilidad a través de estiramientos suaves y lentos, por otra parte en el Pilates se indica ejercicios para trabajar un grupo muscular específico lo que ayuda a combatir la Sarcopenia (pérdida de masa muscular al envejecer) y por ende esto contribuye a mejorar la debilidad muscular, combatir los procesos álgicos que están presentes constantemente en los adultos mayores, aumenta los niveles de fuerza muscular y ayuda a corregir las posturales corporales inadecuadas.

  • Sistema osteoarticular


La osteoartrosis y osteoporosis son patologías que se presentan casi de forma constante en los adultos mayores, ocasionando dolor a nivel articular y un aumento en los riesgos de sufrir fracturas óseas. Ahora bien para prevenir la aparición de estas patologías o disminución de las dolencias que ocasionan, la clave consiste en realizar de manera regular ejercicios y el Método Pilates brinda un cuadro de entrenamiento especifico para ello el cual tiene como objetivo final favorecer el movimiento articular a través de técnicas de bajo o nulo impacto, mejorando el tono y elasticidad de los ligamentos y contribuyendo a la irrigación y drenaje de la articulación.

  • Sistema circulatorio


El método beneficia la circulación ya que a través de la práctica de ejercicios suaves y lentos, mejora el flujo sanguíneo y el transporte de nutrientes al cuerpo; esto as u vez atribuye otro punto a favor del Pilates, debido a que los niveles de presión sanguíneo se mantendrán controlados y por ende esto ayuda a la personas mayores que padecen de hipertensión arterial.

  • Sistema respiratorio


El pilar principal de la práctica del Método Pilates es controlar  el ritmo de la respiración, y una vez logrado esto, el adulto mayor obtendrá excelentes beneficios como lo es la relajación al realizar los ejercicios ya que libera tensiones y por otra parte mejora la capacidad respiratoria.

  • En lo psicosocial


Es importante acotar que el adulto mayor obtendrá beneficios por otra parte al practicar Pilates, como lo es en el ámbito psicosocial, ya que estará interactuando con otras personas de su misma edad o un poco menores que ellos, y  esto también contribuye a reducir los niveles de estrés y ansiedad.

Sugerencias para que el Adulto Mayor practique Pilates

.- Antes de iniciarte en el Método Pilates, es importante que te realices un chequeo médico para que así sepas cual es el estado de tu salud y puedas indicárselo al instructor que te guiara en la práctica.

Escoge personas capacitadas en el área; es decir, que sean profesionales instructores de Pilates.Inicia el método con calma de manera que evites causarte alguna lesión o dolor.Realiza solo los ejercicios que te indique el instructor.Avanza en el Método Pilates a medida que tu cuerpo te lo pida, no te exijas mas de los puedas dar. 

Conclusión

Para finalizar es necesario acotar que el Método Pilates no es la única disciplina que puede optimizar la salud, existen una gran variedad de ejercicios que pueden ser practicados por los adultos mayores sin exigir altos rendimientos ni ocasionar lesiones; el ejercicio debe formar parte de nuestra rutina diaria ya que con él se obtienen los mejores beneficios para el mantenimiento de nuestro organismo.


viernes, 6 de enero de 2017

¿QUÉ SON LOS TRIGLICÉRIDOS Y POR QUÉ SON IMPORTANTES?


Muchos creen que conocen la respuesta a esa pregunta. Pero cuando les pregunto ¿qué diferencia tienen con respecto al colesterol?, ahí la respuesta se complica un poco. En Vida y Salud te explicamos con más detalles qué son los triglicéridos, para que puedas saber en qué se diferencian del colesterol y porqué es importante tenerlos en cuenta también.

Es muy fácil confundir el colesterol con los triglicéridos pues son dos tipos de grasa en tu sangre.

Los triglicéridos provienen de todas las calorías que comes y que no se usan inmediatamente. Tu cuerpo las almacena como una reserva de energía para los momentos en que no estás comiendo. El colesterol, en cambio, es una sustancia cerosa o grasosa que se encuentra en todas las células de tu cuerpo y que el organismo usa para construir células nuevas, así como para producir las hormonas y recubrir los nervios.

La diferencia entre ambos es muy simple de entender… mientras el colesterol es una grasa natural de tu cuerpo que sirve para formar células nuevas, los triglicéridos son la grasa que ingieres con las comidas y que se usa para obtener energía.


A pesar de sus diferencias, el colesterol y los triglicéridos comparten mucho en común. Ambos se parecen en que ninguno se puede disolver en la sangre, y se acumulan y circulan por tus venas y tus arterias con la ayuda de las proteínas que transportan los lípidos, llamadas lipoproteínas. Por eso los triglicéridos también son conocidos como lipoproteínas de muy baja densidad (algo parecido al colesterol “malo” que son lipoproteínas de baja densidad).

Y, al igual que sucede con el colesterol, cuando comes más grasa y calorías de las que necesitas, los triglicéridos se acumulan en tu sangre y aumentan tu riesgo de padecer enfermedades del corazón. ¿Por qué? Los triglicéridos tienden a potenciar los efectos del colesterol “malo”, además de contribuir a que las arterias se endurezcan y se vuelvan más gruesas.

Los triglicéridos se miden en tu sangre, mediante el mismo examen o perfil de lípidos con el que analizan tus niveles de colesterol. Idealmente el examen se debe de hacer cuando estés en ayunas por 12 horas. Lo ideal es que tus triglicéridos estén por debajo de 150 mg/dL. Cuando están entre 150 y 199 mg/dl, se inicia el riesgo de desarrollar problemas. Si suben por arriba de 200 mg/dl ya se considera que están altos, y muy altos cuando se acercan a los 500 mg/dl o más. El riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares aumenta entre más elevados estén.


Cuando tus triglicéridos están altos, pueden ser un indicio de otras condiciones que también ponen en riesgo a tu corazón, como la obesidad, el colesterol elevadola diabetes tipo 2el hipotiroidismo, y las enfermedades del hígado o de los riñonesentre otros problemas. También puedes tener los triglicéridos altos cuando tomas medicinas como pastillas anticonceptivas, beta-bloqueadores, diuréticosesteroides y el medicamento Tamoxifén para el cáncer del seno. Otras razones para considerarlos como parte importante del cuidado de tu corazón.

La buena noticia es que para bajarlos y controlarlos, no necesitas hacer nada muy diferente a lo que ya haces para controlar tu colesteroluna dieta baja en grasa, además de reducir las calorías, los azúcares, y las bebidas alcohólicas, así como hacer ejercicio regularmente. Si están demasiado elevados, tu médico también puede recomendarte alguna medicina. Pero ya sabes, las medicinas no logran nada si no cambias tus hábitos alimenticios y tu estilo de vida en general.

Ahora que entiendes la diferencia, suma los triglicéridos a la lista de cuidados para tu corazón, son importantes.

martes, 3 de enero de 2017

HIPERTENSIÓN ARTERIAL


La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la presión arterial. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas claros y que estos no se manifiestan durante mucho tiempo.

En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España. Sin embargo, la hipertensión es una patología tratable. Si no se siguen las recomendaciones del médico, se pueden desencadenar complicaciones graves, como por ejemplo, un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente.

Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través de ellas. Esto se conoce con el nombre de arterioesclerosis.

Según datos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha), en España existen más de 14 millones de personas con hipertensión. De esta cantidad, 9,5 millones no están controlados y 4 millones están sin diagnosticar.

Causas

Aunque todavía no se conocen las causas específicas que provocan la hipertensión arterial, sí se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia genética, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario.

Causas no modificables

Factores genéticos:

La predisposición a desarrollar hipertensión arterial está vinculada a que un familiar de primer grado tenga esta patología. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, la evidencia científica ha demostrado que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.

Sexo:

Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto se debe a que la naturaleza ha dotado a la mujer con unas hormonas que la protegen mientras está en la edad fértil (los estrógenos) y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las mujeres jóvenes que toman píldoras anticonceptivas tienen más riesgo de desarrollar una patología cardiaca.

Edad y raza:

La edad es otro factor que influye sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos a medida que aumenta la edad.
En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.

Causas modificables

Sobrepeso y obesidad:

Los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal.

No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.

Otras causas

Vasculares:

Entre el 2,5 y el 6 por ciento de los problemas relacionados con el riñón pueden influir en la aparición de la hipertensión arterial. De hecho, suponen entre el 2,5 y el 6 por ciento de las causas. Las principales patologías vasculares que influyen son:

  • ·         Enfermedad renal poliquística.
  • ·         Enfermedad renal crónica.
  • ·         Tumores productores de renina.
  • ·         El síndrome de Liddle.
  • ·         Estenosis de la arteria renal.

Endrocrinológicas:

Las causas endocrinas representan entre el 1 y el 2 por ciento. En éstas se incluyen desequilibrios hormonales exógenos y endógenos. Las causas exógenas incluyen la administración de corticoides.

Aproximadamente el 5 por ciento de las mujeres que toman anticonceptivos orales puede desarrollar hipertensión. Los factores de riesgo para la hipertensión asociada con el consumo de anticonceptivos orales incluyen la enfermedad renal leve y la obesidad.

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden tener efectos adversos sobre la tensión arterial. Estos fármacos bloquean tanto la ciclooxigenasa-1 (COX-1) como las enzimas COX-2. La inhibición de la COX-2 puede inhibir su efecto natriurético que, a su vez, aumenta la retención de sodio. Los antiinflamatorios no esteroideos también inhiben los efectos vasodilatadores de las prostaglandinas y la producción de factores vasoconstrictores, es decir, la endotelina-1. Estos efectos pueden contribuir a la inducción de la hipertensión en un paciente con hipertensión controlada o normotenso.

Las causas hormonales endógenas incluyen:

  • ·         Hiperaldosteronismo primario.
  • ·         El síndrome de Cushing.
  • ·         Feocromocitoma.
  • ·         Hiperplasia suprarrenal congénita.

Las causas neurogénicas incluyen:

  • ·         Tumores cerebrales.
  • ·         Poliomielitis bulbar.
  • ·         Hipertensión intracraneal.

Además existen drogas y toxinas que pueden propiciar la aparición de la hipertensión:

  • ·         Alcohol.
  • ·         Cocaína.
  • ·         Ciclosporina, tacrolimus.
  • ·         Fármacos antiinflamatorios no esteroides.
  • ·         Eritropoyetina.
  • ·         Medicaciones adrenérgicas.
  • ·         Descongestionantes que contienen efedrina.
  • ·         Remedios a base de hierbas que contienen regaliz
  • ·         Nicotina.

Por último, existen algunas enfermedades que se relacionan con la hipertensión como son el hipertiroidismo e hipotiroidismo, la hipercalcemia, el hiperparatiroidismo, la acromegalia, la apnea obstructiva del sueño y la hipertensión inducida por el embarazo. 


     Síntomas

Según, Julián Segura, el presidente de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha), “la mayor limitación a la hora de detectar la hipertensión es que la mayoría de los casos de hipertensión transcurren sin que haya ningún síntoma y, por tanto, la enfermedad pasa desapercibida, con el riesgo que eso conlleva”.

Segura indica que hay síntomas inespecíficos, como las cefaleas, que ayudan a detectarla porque ponen en alerta al paciente que decide ir al médico o acudir a la farmacia a que les tomen la tensión. Sin embargo, señala que esos síntomas no se pueden atribuir a la hipertensión porque coinciden en el tiempo como respuesta al dolor.

En el caso de los hipertensos que han estado sin diagnóstico durante mucho tiempo, el presidente señala que estos pueden sufrir en un momento dado una complicación, como una angina de pecho, que es un síntoma derivado de esa complicación.
Prevención
Tener hábitos de vida saludable y, sobre todo, evitar el sobrepeso y la obesidad son los principales factores para prevenir la aparición de la hipertensión.

Los especialistas señalan que llevar una dieta sana y practicar ejercicio puede ayudar a que la población general esté exenta de sufrir esta patología.

En los casos en los que en la familia haya antecedentes de hipertensión y por tanto haya una predisposición a ser hipertenso a lo largo del tiempo, este factor genético supone una llamada de atención adicional a que el paciente cuide esos hábitos de vida y vigile sus cifras de tensión arterial.
Tipos

La tensión arterial tiene dos componentes:

·         Tensión sistólica: Es el número más alto. Representa la tensión que genera el corazón cuando bombea la sangre al resto del cuerpo.

·         Tensión diastólica: Es el número más bajo. Se refiere a la presión en los vasos sanguíneos entre los latidos del corazón.

La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg). La tensión arterial alta (HTA) se diagnostica cuando uno de estos números o ambos son altos. Esta enfermedad se conoce también como hipertensión.

La tensión arterial alta se clasifica como:

  • ·         Normal: menos de 120/80 mmHg
  • ·         Prehipertensión: 120/80 a 139/89 mmHg
  • ·         Estadio 1 de hipertensión: 140/90 a 159/99 mmHg
  • ·         Estadio 2 de hipertensión: 160/109 a 179/109 mmHg
  • ·         Estadio 3 de hipertensión: mayor de 179/109 mmHg

Diagnóstico
La primera línea de combate de la hipertensión son los equipos de atención primaria, tanto los médicos, como las enfermeras. En la consulta tienen protocolos de actuación para que cuando acudan los pacientes, por los motivos que sean, los sanitarios realicen una medición. Si el paciente no está diagnosticado, a partir de ese momento puede empezar su tratamiento si le hiciera falta.

Otras áreas que ayudan a que el paciente identifique una hipertensión y que le advierte de que sería recomendable que acudiera al especialista para obtener un posible diagnóstico son los chequeos rutinarios que hacen las empresas o cuando los pacientes se hacen una revisión porque quieren empezar a practicar algún deporte federado o semi profesional.

“Estos controles son muy importantes porque se realizan normalmente en personas que nunca han pasado por un médico porque han estado sanos hasta el momento y puede ayudar a diagnosticar al paciente”, apostilla Julián Segura, presidente de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha).
Tratamientos
A la hora de tratar la hipertensión hay dos bloques fundamentales de acciones a realizar:

  • ·         Mejora de los hábitos de vida


El paciente tiene que llevar una dieta saludable, disminuir el consumo de calorías, de azúcares y grasas y aumentar la práctica de ejercicio físico. Estas dos prácticas tienen como resultado un mejor control del peso y si el peso está bien controlado es una manera sencilla de controlar la hipertensión.

Julián Segura, presidente de la Sociedad Española de la Hipertensión- Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha), señala que muchos hipertensos surgen porque las personas llevan tiempo sin cuidarse y ganan unos kilos. “Cuando el hipertenso ya está identificado, parte de su tratamiento es controlar bien su peso, evitar ganar kilos, tener una vida activa y evitar llevar una sedentaria”.

Por último, Segura recomienda que si el paciente es fumador, conviene que abandone ese hábito y si suele consumir alcohol, es aconsejable que lo reduzca considerablemente.

  • ·         Tratamientos farmacológicos


En caso de que los cambios de los hábitos de vida no funcionen, hoy en día existen tratamientos farmacológicos que son muy útiles para controlar la presión arterial. Inicialmente estos tratamientos comienzan con un solo fármaco. No obstante, en algunos casos esta medida no es suficiente y necesitan combinar con dos o tres medicinas para controlar la presión arterial.

Debido a que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica, es fundamental que los pacientes sean constantes con los tratamientos. Según los datos de la Seh-Lelha, el 90 por ciento de los pacientes diagnosticados de hipertensión no lleva a cabo las recomendaciones de los especialistas en materia de higiene o dieta y el 50 por ciento no sigue los tratamientos que tienen prescritos.

Esto se debe a que como es una patología que se padece durante muchos años, los pacientes tienden a relajarse con las instrucciones que le da el médico. Esto puede tener una serie de consecuencias. La principal es que tendrá la hipertensión mal controlada, lo que a largo plazo puede derivar en complicaciones cardiovasculares mayores como infarto de miocardioictus, deterioro de la función renal o de la circulación de las piernas, entre otros

 ¿Cómo medir la tensión arterial?



Existen diversas maneras de medir la presión arterial:

  • Esfigmomanómetro de mercurio: Es el más exacto y menos expuesto a errores. Para su uso se requiere un fonendoscopio.

         Esfigmomanómetro de aire: Es el más utilizado y es también un aparato preciso.                Igualmente necesita de un fonendoscopio para su uso.
  • Aparato electrónico: Se utiliza mucho para realizar el autocontrol, no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y es de fácil manejo. No obstante, se trata de un aparato muy sensible a los ruidos y a los movimientos, por lo que para que los valores obtenidos sean exactos, es necesario que el brazo no se mueva y que no se hable. Es importante que el aparato esté en buenas condiciones y se revise periódicamente.
Para medir la presión arterial debe colocarse el manguito del esfigmomanómetro a la altura del corazón. El borde superior debe estar como mínimo dos centímetros por encima de la flexura del codo. A continuación se infla el manguito hasta una presión de 180 milímetros de Hg. Si se sabe que en determinaciones anteriores la presión sistólica era superior a esta cifra, se infla hasta una presión 200 mm Hg por encima de la última conocida. Se coloca la campana del fonendo allí donde previamente se ha localizado el latido arterial en la flexura del codo y se procede a desinflar poco a poco el manguito. 

El primer latido que se escucha corresponde a la presión sistólica o máxima y la desaparición del latido a la presión diastólica o mínima. En los niños y también en algunos adultos, los latidos no desaparecen; entonces se considera como presión diastólica aquella en la que se modifica la tonalidad de los latidos.