El flato es algo
que todos conocemos y no es tremendamente familiar a poco que hayamos
practicado deporte alguna vez (todos lo habremos hecho, aunque solo sea subir
más de 50 peldaños seguidos de una escalera). Y sabemos lo incómodo que puede
llegar a resultar, especialmente si estamos practicando deporte y tenemos que
seguir haciéndolo con ese horrible pinchazo en nuestro estomago que puede
hacerlos ralentizar la marcha o seguramente pararnos para descansar.
¿Qué es lo que tenemos que
hacer para combatirlo si nos surge?
Antes de pelear nada, tenemos que
conocer al enemigo y dudo mucho que si os pregunto que es el flato sepáis
responderme con exactitud que es, donde y porque se produce. Pues bien, vamos
allá.
¿Qué es el flato?
El origen de este dolor está localizado en un
músculo llamado diafragma, que se encuentra entre el abdomen y el pecho. El
diafragma se contrae hacia abajo en la inspiración y lo hace hacia arriba
cuando echamos el aire y parece que hay dos teorías acerca del origen de
dicho dolor, asociadas al movimiento de este músculo:
La primera de ella
afirma que se produce cuando los ligamentos que unen el estómago al diafragma
tiran hacia abajo con los movimientos y oscilaciones de la carrera. Es por eso
suele darse flato cuando corremos cuesta abajo, muy rápido, y por ello es
más propenso que se produzca en nadadores y ciclistas.
Además esto explica el
hecho de que ocurra con más frecuencia cuando hemos comido o bebido
recientemente, ya que estos ligamentos han de soportar más peso, al tener es
estómago más lleno y el esfuerzo de los mismo será mayor para mover el
diafragma.
Por otro lado, existe otra teoría que afirma que el flujo
sanguíneo disminuye en el diafragma para dirigirse a los músculos de las
piernas y al estómago debido a que necesitan un mayor aporte de oxígeno y
nutrientes. Cuando comemos o bebemos, lo que estamos haciendo es aumentar el
flujo al estómago para digerir los alimentos con la consiguiente disminución de
riego en el diafragma, provocando así el intenso dolor agudo.
Todas ellas tienen
su explicación científica pero ninguna de ellas está clara, aunque lo que si
que nos consta es que tiene lugar en el diafragma y los músculos que lo
controlan y que se ve favorecido siempre que hemos comido abundantemente o
ingerido gran cantidad de comida yque, entre correr cuesta arriba o cuesta
abajo, es más probable que no entre si corremos cuesta abajo.
¿Cómo evitarlo y
hacer que desaparezca?
1.- Cuando corramos cuesta abajo tenemos que intentar que
no se produzcan movimientos muy bruscos, que la zancada sea suave, por muy
difícil que pueda parecer, ya que cuanto más fuerte sea el contacto del pie con
el suelo, más estaremos tirando de los ligamentos que soportan el estómago.
2.- Si
tenemos intención de correr rápido o realizar un ejercicio de intensidad
elevado, deberemos dejar al menos dos o tres horas después de la
comida para evitar correr con el estómago lleno.
3.- Beber a sorbos pequeños mejor
que dar grandes tragos.
4.- Si
nos da flato, ya no hay vuelta atrás. Deberemos tensar con fuerza la
musculatura abdominal, poniendo duro el abdomen como si estuviéramos
apretando para hacer de vientre (dicho finamente) además de presionar con la
mano la zona en la que localicemos el dolor y flexionar el tronco ligeramente
hacia adelante. Repitiendo este ejercicio unas cuantas veces conseguiremos que
remita el dolor.
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