¿Les suena este músculo? A mí tampoco me sonaba antes
de empezar a estudiar Anatomía y, al igual que todos ustedes, lo había
trabajado más que muchos otros músculos que sabía nombrar.
¿A cuántos les duele la parte baja de la espalda al
hacer abdominales? Si son uno de ellos es hora de darle un descanso al psoas
ilíaco cuando trabajén los abdominales. ¿Cómo? Sigue leyendo
Este es el psoas ilíaco que se inserta (“engancha”) en
todas las vértebras lumbares (las cinco últimas de la columna vertebral), en
los huesos ilíacos y en el trocánter menor de los fémures. Es decir, tiene “enganches”
en la columna, en la pelvis y en las piernas.
Ahora, para responder a las siguientes preguntas, echa
un vistazo al vídeo explicativo sobre el funcionamiento de
los músculos.
¿De qué movimiento se encargará el psoas ilíaco cuando
bloqueamos la pelvis?
Si bloqueamos la pelvis y el psoas se contrae, el
fémur tratará de acercase a la pelvis. En otras palabras, se elevará la pierna.
¿Te suenan estos ejercicios para trabajar “abdominales
inferiores”?
Simplemente conociendo de qué se encarga el psoas
cuando la pelvis está bloqueada, entenderemos que en este famoso ejercicio el
agonista (músculo principal encargado del movimiento) es el psoas ilíaco.
¿De qué movimiento se encarga el psoas ilíaco cuando
bloqueamos las piernas?
Al contraerse el psoas ilíaco con los fémures
bloqueados, será la pelvis y las vértebras lumbares las que traten de acercarse
a las piernas. Recuerda esto porque será importante para entender por qué no
hay que tratar de llevar el pecho a las rodillas para trabajar los abdominales
y por qué nos duele la espalda al hacer ese tipo de abdominales.
Si nuestro objetivo es mejorar nuestros niveles de
salud, no queda más remedio que sudar la camiseta, ya que el promedio es de una
hora al día, o eso se puede desprender de las conclusiones de un trabajo que
publica esta semana la revista‘Journal of the American Medical Association (JAMA).
En el estudio se realizó un seguimiento a 34.079
mujeres durante aproximadamente 13 años. Ninguna de ellas realizaba una dieta
especial y fueron divididas (para su estudio) en función de la actividad física
que realizaban. Así, se establecieron tres grupos: el de las que practicaban un
equivalente a 150 minutos de ejercicio moderado a la semana; las que entrenaban
de 150 a 420 minutos y, finalmente, quienes realizaban más de 420 minutos
semanales de ejercicio de moderado a intenso.
Los investigadores, evaluaron los cambios producidos
en el peso y la actividad de las mujeres estudiadas cada tres años. El grupo
que mejor consiguió mantener su peso a lo largo del seguimiento, –ganaron menos
de 2,3 kilos- fue el formado por las participantes que realizaban unos 420
minutos semanales de ejercicio, lo que equivale a aproximadamente una hora de
actividad física diaria.
Por lo que a pesar de que la práctica de un
equivalente a 150 minutos de ejercicio moderado a la semana es suficiente para
reducir el riesgo de enfermedades crónicas, según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), si lo que queremos es incidir sobre el peso deberíamos hacer unos 60
minutos diarios (la International Association for the Study of
Obesity, también hace esta recomendación).
Otra de las conclusiones del estudio fue que el
ejercicio sólo era efectivo para controlar el peso en mujeres con
un índice de masa corporal normal. En aquellas que ya padecían obesidad, la
actividad física parecía menos efectiva. Por lo que en estos casos sería
necesario realizar un control sobre la ingesta de calorías.
...Por razones ajenas a mi voluntad, en el mes de
Enero del año en curso, realice la última publicación de los artículos
relacionados a la ACTIVIDAD FISICA, NUTRICION y SALUD, actividad que llevo a
cabo con sumo gusto y placer desde el 26 de Febrero del 2014.
Al retomar nuevamente dichas publicaciones, no quiero
dejar pasar por alto el 2do ANIVERSARIO DE www.nutriactividad.blogspot.com.Y por
supuesto agradecer a todos ustedes quienes se dignan en leer cada uno de los artículos
que en este blog se reseñan.
En los actuales momentos al ver la cantidad de visitas
que hasta el día de hoy tiene el blog (3.949) se evidencia la receptividad y la
importancia que cada uno de ustedes le ha dado.
Mi agradecimiento eterno a ustedes mis lectores y por
supuesto una ves más a mi sobrino José Antonio Atención quien me brindo mucho
apoyo en la creación y concreción de este blog.
Espero que esta página siga brindando sus frutos y el
mejor de los beneficios para todos, pues para eso fue creada y como escribí en
el mensaje del año pasado, hoy quiero recordarlo…..
Normalmentesalimos a correro quedamos con
nuestro grupo de runners y corremos cerca de casa. Nos adaptamos a lo
que tenemos más cerca sin pensar mucho, escogiendo solamente la ruta más
distraída, la que más nos atrae… nos fijamos una distancia y a correr!
Pero cuando somos corredores
habituales deberíamos planificar mejor nuestras salidas y planificar
en qué terreno corremos ya que esto nos ayudará a evitar sobre-esfuerzo,
lesiones y mejorar en nuestras marcas.
Lo ideal es no
correr siempre por el mismo tipo de pista, si eres ya iniciado, alternar el
terreno te ayudará a estimular diferentes músculos.
Aquí van algunos
consejos:
En superficies
duras como el asfalto o aceras hay que tener en cuenta que todo el impacto
lo absorbe nuestra pierna y articulaciones, por lo que hacer recorridos largos
suele sobrecargar lumbares y rodillas, que pueden acabar en lesiones.
Los caminos de
tierra son una buena opción, senderos de bosque, parques, tierra compacta,
suele ofrecer una buena absorción del impacto pero con suficiente firmeza para
aportar un buen impulso. Nuestras piernas no se cansarán tanto pero hemos de
vigilar aquellos caminos que presentan piedras sueltas, tramos de agujeros,
charcos… son terrenos con más inestabilidad para nuestros tobillos y podríamos
sobrecargarlos o incluso lesionarnos con un esguince.
Superficies blandas,
como la hierba o la arena compacta de la playa suelen ser adecuadas para carreras
cortas y suaves ya es un terreno que se deforma con la pisada y no nos
proporciona retorno con lo que implica un esfuerzo extra para los músculos si
decidimos entrenar alguna vez en ellas.
Ni que decir tiene
que correr por una playa de arena blanda aporta un trabajo excesivo
para nuestra musculatura porque no tenemos una buena superficie de apoyo para
el impulso, en estos terrenos es mejor caminar.
A continuación, mas pros y contras de cada terreno:
Asfalto:
Pros: al ser un
terreno más regular evitamos las torceduras de tobillo. Como es duro, el
impacto de la pisada se nos devuelve casi completamente y es un terreno más
propicio para rodar rápido. En días de lluvia es lo más cómodo y menos guarro
para salir a rodar.
Contras: castiga
mucho las articulaciones al devolver el impacto, por lo que hay que tener
cuidado en iniciados y lesionados. Si el terreno es inclinado, correr mucho
tiempo en el mismo sentido afecta a la pisada y se pueden dar lesiones. puede
haber tráfico, con el consiguiente riesgo que ello conlleva. Es bastante
aburrido y tedioso correr por asfalta, salvo excepciones.
Tierra:
Pros: es una
superficie de dureza intermedia entre el asfalto y el césped. Las zonas por
donde discurre suelen ser más motivantes y bonitas. Es más propicio para hacer
cuestas. No suele haber tránsito de coches.
Contras: las
piedras sueltas y pequeños hoyos pueden traicionar a nuestros tobillos. Si nos
pilla la lluvia por el camino es bastante incómodo y sucio correr por tierra.
Suelen ser solitarios, por lo que es mejor ir acompañados por si nos lesionamos
o tenemos cualquier percance. Si hay tránsito de coches la polvareda es muy
incómoda.
Cesped:
Pros: la principal
ventaja con la que cuenta el césped es que el contacto al pisar es de bajo impacto, muy de agradecer para los que se inician en el running o para los que
tengan tocadas rodillas o tobillos. Suele ser la principal causa de elección de
esta superficie.
Contras: al
amortiguar más, si abusamos de esta superficie puede sobrecargar la
musculatura. Los pequeños hoyos o baches se camuflan con la hierba y podemos
dar un mal paso. Y el mayor contra es que es difícil encontrar una superficie
de césped cerca de casa y con extensión suficiente como para rodar a gusto.
Ten en cuenta todo esto a la hora de elegir bien tu calzado, ya que la tecnología del calzado te ayudará a correr mejor.
En resumen, escoger bien el recorrido según nuestro estado físico (teniendo en cuenta lesiones, si acabamos de realizar una carrera, si acabamos de empezar a correr….) es vital para realizar nuestro deporte favorito de la manera más adecuada.
Todos tienen sus pros y sus contras, elegir terreno cuando salimos a correr no es fácil, todo depende de lo que queramos: entrenar fuerte, rodar, hacer series. También depende mucho el estado de nuestras articulaciones y las zapatillas que tengamos a mano.
Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina "ataque cerebral".
Si el flujo sanguíneo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, lo que causa daño permanente.
Causas
Hay dos tipos principales de accidente cerebrovascular:
Accidente cerebrovascular isquémico
Accidente cerebrovascular hemorrágico
El accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre. Esto puede suceder de dos maneras:
Se puede formar un coágulo en una arteria que ya está muy estrecha. Esto se denominaaccidente cerebrovascular trombótico.
Un coágulo se puede desprender de otro lugar de los vasos sanguíneos del cerebro, o de alguna parte en el cuerpo, y trasladarse hasta el cerebro. Esto se denomina embolia cerebral oaccidente cerebrovascular embólico.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos también pueden ser causados por una sustancia pegajosa llamada placa que puede taponar las arterias.
Un accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe. Esto provoca que la sangre se escape hacia el cerebro. Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que hacen que esto sea más probable. Estos defectos pueden incluir:
Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos también pueden ocurrir cuando alguien está tomando anticoagulantes, como warfarina (Coumadin). La presión arterial muy alta puede hacer que los vasos sanguíneos se revienten, ocasionando un accidente cerebrovascular hemorrágico.
Un accidente cerebrovascular isquémico puede presentar sangrado y convertirse en un accidente cerebrovascular hemorrágico.
Personas que tienen hábitos de un estilo de vida malsano tales como el tabaquismo, una dieta rica en grasa y falta de ejercicio
Mujeres que toman píldoras anticonceptivas (especialmente las que fuman y son mayores de 35 años)
Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo durante el embarazo
Mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal
Síntomas
Los síntomas de un accidente cerebrovascular dependen de qué parte del cerebro esté dañada. En algunos casos, es posible que una persona no se dé cuenta de que ha tenido un accidente cerebrovascular.
La mayoría de las veces los síntomas se presentan de manera súbita y sin aviso. Pero, los síntomas pueden ocurrir intermitentemente durante el primero o segundo día. Los síntomas por lo general son más graves cuando el accidente cerebrovascular acaba de suceder, pero pueden empeorar lentamente.
Si el accidente cerebrovascular es causado por sangrado en el cerebro, se puede presentar un dolor de cabeza. El dolor de cabeza:
Comienza repentinamente y puede ser intenso
Puede empeorar al acostarse bocarriba
Lo despierta si está dormido
Empeora cuando se cambia de posición o cuando se agacha, hace esfuerzo o tose
Otros síntomas dependen de la gravedad del accidente cerebrovascular y de la parte del cerebro afectada. Los síntomas pueden incluir:
Cambio en la lucidez mental (incluso, somnolencia, pérdida del conocimiento y coma)
Cambios en la audición o en el sentido del gusto
Cambios que afectan el tacto y la capacidad de sentir dolor, presión o temperaturas diferentes
Confusión o pérdida de memoria
Dificultad para deglutir
Dificultad para leer o escribir
Mareos o sensación anormal de movimiento (vértigo)
Problemas con la vista, como disminución de la visión, visión doble o ceguera total
Falta de control de esfínteres
Pérdida del equilibrio o coordinación, o problemas para caminar
Debilidad muscular en la cara, el brazo o la pierna (por lo regular solo en un lado)
Entumecimiento u hormigueo en un lado del cuerpo
Cambios emocionales, de personalidad o de estado de ánimo
Problemas para hablar o entender a otros que estén hablando
Pruebas y exámenes
El médico realizará un examen físico para:
Verificar si hay problemas con la visión, el movimiento, la sensibilidad, los reflejos, la comprensión y el habla. El médico y el personal de enfermería repetirán este examen a lo largo de un período de tiempo para ver si el accidente cerebrovascular está empeorando o mejorando.
Auscultar las arterias carótidas en el cuello con un estetoscopio para ver si hay un ruido anormal, llamado soplo, que es causado por flujo sanguíneo anormal.
Revisar si hay presión arterial alta.
Le pueden hacer los siguientes exámenes para ayudar a encontrar el tipo, la localización y la causa del accidente cerebrovascular y descartar otros problemas:
Un accidente cerebrovascular es una emergencia. Se necesita tratamiento inmediato. Llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) o busque atención médica de emergencia ante los primeros signos de accidente cerebrovascular.
Las personas que están experimentando síntomas de un accidente cerebrovascular deben llegar al hospital lo más rápido posible.
Si el accidente cerebrovascular fue causado por un coágulo sanguíneo, se puede administrar un fármaco trombolítico para disolverlo.
Para que sea efectivo, este tratamiento debe iniciarse dentro de las 3 a 4 1/2 horas posteriores al inicio de los síntomas. Cuanto más rápidamente se inicie este tratamiento, mejores serán las probabilidades de un buen desenlace clínico.
Otros tratamientos administrados en el hospital dependen de la causa del accidente cerebrovascular. Estos pueden incluir:
Anticoagulantes, como heparina o warfarina (Coumadin), ácido acetilsalicílico (aspirin) o clopidogrel (Plavix).
Medicamentos para controlar los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto.
Procedimientos especiales o cirugía para aliviar los síntomas o prevenir más accidentes cerebrovasculares.
Nutrientes y líquidos.
La fisioterapia, la terapia ocupacional, la logopedia y la terapia de deglución se iniciarán en el hospital. Si la persona presenta problemas graves de deglución, probablemente será necesaria una sonda de alimentación en el estómago (sonda de gastrostomía).
El objetivo del tratamiento después de un accidente cerebrovascular es ayudarle a recuperar la mayor funcionalidad posible y prevenir accidentes cerebrovasculares futuros.
La recuperación de su accidente cerebrovascular comenzará mientras usted esté todavía en el hospital o en un centro de rehabilitación. Y continuará cuando deje el hospital o el centro de rehabilitación para irse a casa. Asegúrese de asistir a las citas de control con su proveedor de atención médica después de ir a casa.
Grupos de apoyo
Hay apoyo y recursos disponibles en la Asociación Americana del Ataque Cerebral (American Stroke Association) en la página -- www.strokeassociation.org.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico de una persona después de un accidente cerebro vascular depende de:
El tipo de accidente cerebrovascular
La cantidad de tejido cerebral dañado
Qué funciones corporales han resultado afectadas
Qué tan rápido se administró el tratamiento
Los problemas para moverse, pensar y hablar con frecuencia mejoran en las semanas o meses siguientes a un accidente cerebrovascular.
Muchas personas que han sufrido un accidente cerebrovascular seguirán mejorando en los meses o años siguientes a este.
Más de la mitad de las personas que tienen un accidente cerebrovascular son capaces de desenvolverse y vivir en el hogar. Otras personas no son capaces de cuidarse sin ayuda.
Si el tratamiento con trombolíticos tiene éxito, los síntomas de un accidente cerebrovascular pueden desaparecer. Sin embargo, los pacientes con frecuencia no llegan al hospital a tiempo para recibir estos fármacos o no pueden tomarlos debido a una afección.
Las personas que tienen un accidente cerebrovascular por un coágulo de sangre (accidente cerebrovascular isquémico) tienen una mejor probabilidad de sobrevivir que aquellas que tienen un accidente cerebrovascular por sangrado en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico).
El riesgo de un segundo accidente cerebrovascular es mayor durante las semanas o meses después del primero. El riesgo empieza a disminuir después de este lapso.
Cuándo contactar a un profesional médico
El accidente cerebrovascular es una emergencia que debe tratarse de inmediato. Existe una sigla en inglés (F.A.S.T.) que facilita recordar las señales de un accidente cerebrovascular y lo que debe hacer si cree que ha ocurrido un accidente cerebrovascular. La acción más importante a tomar es llamar al número local de emergencias si alguien tiene síntomas de este problema.
F.A.S.T. son las siglas en inglés de:
FACE (cara). Pídale a la persona que sonría. Revise para ver si uno de los lados de la cara se cuelga.
ARMS (brazos). Pídale a la persona que levante ambos brazos. A ver si un brazo se desplaza hacia abajo.
SPEECH (habla). Pídale a la persona que repita una oración simple. Revise para ver si arrastra las palabras y si la frase se repite correctamente.
TIME (tiempo). Si una persona presenta alguno de estos síntomas, el tiempo es esencial. Es importante llegar al hospital lo antes posible. Llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) de inmediato para asistencia de emergencia.
Prevención
Reducir los factores de riesgo de un ataque cerebrovascular disminuye su probabilidad de sufrir uno.
Nombres alternativos
Enfermedad cerebrovascular; ACV; Infarto cerebral; Hemorragia cerebral; Accidente cerebrovascular isquémico; Accidente cerebrovascular de tipo isquémico; Accidente cerebrovascular hemorrágico