domingo, 21 de junio de 2015

HOMBRO, PRUEBAS DE IMAGEN Y LESIONES: NO SIEMPRE HAY RELACIÓN

El hombro es una región bastante sensible. No es una articulación, sino un complejo integrado por varias articulaciones, donde participan también muchos músculos, tendones largos, ligamentos, etc. Por ello es bastante sensible a lesiones en el deporte.

Sin embargo, no hay que confundir el hecho de que aparezcan lesiones en las pruebas de imagen como una justificación de la patología. Me explico: existe una degeneración que no es tal, sino que son procesos normales asociados a la edad o al uso, que pueden mostrarse en pruebas de imagen, pero que no tienen por qué generar problemas.

Una imagen no lo es todo

Ocurre algo parecido al caso de las hernias, protrusiones y otros hallazgos a nivel de columna lumbar, que pueden estar presentes en sujetos sanos, que no tienen síntomas ni molestias.

En el caso del hombro, según se comenta en un artículo de 2011, es posible encontrar mediante ecografía hallazgos en el 96% de los sujetos que participaron (muestra de 51 hombres sin molestias o antecedentes de problemas en hombros). Artículo completo (en inglés): Ultrasound of the shoulder: asymptomatic findings in men.

La muestra no es especialmente grande, pero ese 96% de sujetos con alteraciones a nivel de hombro es muy llamativo: artrosis de la articulación acromioclavicular, tendinopatía del supraespinoso, engrosamiento de la bursa...

Buscar al culpable adecuado

Si estos sujetos tuvieran un dolor en el hombro, o una limitación, enseguida echaríamos la culpa a este hallazgo, pero parece ser que es relativamente frecuente tener este tipo de problemas y no tener síntomas como dolor, molestia o limitación de movilidad.

Cuando hay un golpe, un dolor, una limitación... Es muy oportuno que la prueba de imagen arroje un hallazgo como un deterioro, artrosis, tendinopatía, pero no hay que dejarse llevar, pues lo interesante es que puede haber estas lesiones y que la persona no tenga ninguna limitación o dolor, con lo que la relación causa-efecto queda en entredicho.

La muestra de sujetos en el estudio fue de varones entre 40 y 70 años de edad. Si bien es un único estudio, con una muestra no demasiado amplia, va en la línea de otros estudios que lo que muestran es que los hallagos en pruebas de imagen (radiografías, resonancias, ecografías...) no son verdades absolutas, y que lo que manda es la clínica, los síntomas.

lunes, 15 de junio de 2015

VALORES DE GLUCOSA EN SANGRE: CUÁNDO BUSCAR ATENCIÓN MÉDICA

Valores de glucosa en sangre: cuándo buscar atención médica. Controlar los niveles de glucosa es fundamental, tanto para el buen funcionamiento de nuestro organismo como para prevenir y detectar a tiempo la diabetes. ¿Cuáles son tus niveles?

Los valores de glucosa en sangre, es decir el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, es el parámetro que nos ayuda a controlar la presencia o no de diabetes. En el supuesto de que los valores no sean los adecuados, ¿cuándo buscar atención médica?

Ya sea del tipo 1 o tipo 2, la diabetes está relacionada con las dificultades del organismo parametabolizar correctamente los azúcares, tanto por falta o insuficiencia de insulina –la hormona responsable de esta función- como por la resistencia del propio organismo (el síntoma principal es la hiperglucemia).

Valores de glucosa en sangre: cuándo medirlos

El nivel de azúcar en la sangre no es el mismo a lo largo del día, incluso en las personas sanas o sin problemas de diabetes. A primera hora de la mañana, en ayunas, la concentración de glucosa en sangre varía entre 60 y 110 mg/dl. Niveles que aumentan después de las comidas, es decir, la ingesta de alimentos eleva la producción de glucosa. Generalmente, dos horas después de las comidas, los valores de glucosa recuperan la normalidad, siempre y cuando no haya problemas. Existen diferentes valores de la glucosa a considerar. Por una parte, el valor en ayunas, que se mide generalmente por la mañana (8 horas después de la última comida), y la glucosa postprandial (se mide dos horas después de la comida o de la administración de una solución de glucosa y agua).

Valores de glucosa en sangre: análisis y mediciones

Para medir la glucosa en sangre es necesario un análisis de sangre realizado en el laboratorio o un glucómetro (un kit especial para medir los valores con un pinchazo en el dedo, tiras reactivas y lector de medición). En este último caso, la medición la puede realizar el médico, u optar por hacerla en casa o en la farmacia.

Hoy en día incluso existen dispositivos modernos y de tecnología avanzada para medir el nivel de azúcar con el teléfono –prevención 2.0 con las mejores apps-, especialmente adecuados para las personas diabéticas.

La diabetes no siempre se presenta con síntomas evidentes. De hecho, está considerada como una patología silenciosa porque no duele, cuyas señales pueden pasar inadvertidas. En ausencia de síntomas en concreto, después de los 45 años es aconsejable realizar un control periódico de los niveles de azúcar en sangre. Las personas en situación de riesgo (personas con sobrepesohipertensión o con antecedentes diabéticos familiares, por ejemplo) conviene que se realicen los análisis lo antes posible y con mayor frecuencia, poniendo en conocimiento del médico los factores de riesgo.

Valores de glucosa en sangre: cuándo consultar al médico

Una única prueba de glucosa en sangre no es suficiente para confirmar o descartar la diabetes. El diagnóstico, como en cualquier otra patología, debe ser certero y preciso, para lo que de entrada se deben realizar diferentes mediciones, tanto en ayunas como después de las comidas. 

Se puede hablar de diabetes cuando la tasa de glucosa en sangre en ayunas ronda los 126 mg/dl (entre 110 y 126 mg/dl), o se sitúa en 199 mg/dl dos horas después de las comidas (entre 140 y 199 mg/dl). En estos casos, hay que consultar al médico (si no se ha hecho ya) ya que podríamos estar ante un problema de diabetes. Hay otros síntomas que nos pueden alertar, como la pérdida de peso sin causa aparente, el aumento de orina y la constante sensación de sed.


Si hay factores de riesgo, incluso antes de que se confirme la diabetes –prediabetes-, es aconsejable modificar el estilo de vida, empezando por la dieta, y repitiendo con frecuencia los exámenes.

¿QUÉ OCURRE EN NUESTRO CUERPO MIENTRAS CORREMOS? VÍDEO EN SLOW MOTION

Correr va mucho más allá de poner un pie delante del otro, y para hacerlo ben y con la técnica correcta es necesario que conozcamos qué ocurre en nuestro cuerpo mientras estamos corriendo. Si sabemos qué músculos están implicados en cada fase de la pisada, nos será mucho más sencillo realizar las conexiones neuromusculares de forma eficiente para correr mejor y de manera más segura.

¿Eres consciente del movimienviento oscilante de tu cadera mientras corres? ¿Eres capaz de mantener lo músculos del torso relajados? ¿El movimiento de tus brazos está coordinado y acompasado al de tus piernas? Todos estos aspectos y muchos más los vemos en el siguiente vídeo.



Comenzamos hablando de las fases de la pisada en carrera y de los músculos implicados en cada una de ellas. Simplificando mucho podemos decir que en la fase de aterrizaje y en la de apoyo está más implicada la musculatura de la cadena anterior del cuerpo, mientras que en la de impacto y en la de vuelo cobran protagonismo los músculos de la cadena posterior.

El centro de gravedad y el movimiento oscilante de la cadera son importantes a la hora de conseguir ser más eficientes durante la carrera, es decir, conseguir correr mejor y de forma más rápida con el mínimo esfuerzo. Esto se consigue también coordinando nuestro tren superior e inferior: no deben ir cada uno por su lado, sino que los dos juntos forman una unidad indivisible, aunque con funciones diferentes.

Como veis, correr no es solo correr. A través de este vídeo podemos ser más conscientes de lo que ocurre en nuestro cuerpo, y de esta forma poder correr más y mejor.

lunes, 8 de junio de 2015

LESIÓN DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES

Puede que escuches lo común que es la lesión del manguito de los rotadores. Estos músculos actúan fijando la articulación del hombro, pero esta función la hacen a expensas de tener que sufrir mucho estrés al movilizar o realizar ejercicios con los hombros.

La lesión del manguito de los rotadores puede ser de distinta gravedad, desde un simple sobreesfuerzo que provoca unos días de dolor hasta una patología seria, pudiendo originar una alteración del tendón, un atrapamiento y, en los casos más graves, incluso una rotura.

No es para asustar: las lesiones más graves ocurren en personas a partir de los 40 años de edad y se suelen asociar a una combinación de sobreesfuerzo más trastorno degenerativo, pero también es cierto que no se puede olvidar que, mientras más se fuercen estos músculos de forma incorrecta, más fácil va a ser ir propiciando su degeneración.

Músculos del manguito de los rotadores

A continuación se enumeran al grupo muscular que conforman el manguito rotador:

  • Supraespinoso (supraspinatus)
  • Infraespinoso (infraspinatus)
  • Redondo menor (teres minor)
  • Subescapular (subescapularis)

En el vídeo (a partir del minuto 1:30) se puede observar estos cuatro músculos bien diferenciados. Fijate en dos cosas:

  • El supraespinoso queda justo por debajo de un relieve óseo (acrómion) y de un ligamento (coracoacromial). Es decir, el tendón de este músculo pasa por un canal estrecho. En los movimientos que obliguen a levantar mucho el brazo o hacer mucho esfuerzo con este músculo, es fácil que roce o quede atrapado, provocando dolor o una patología a medio-largo plazo.
  • Los cuatro músculos que integran el manguito de los rotadores “abrazan” la cabeza del húmero que, de otra forma, estaría “en el aire”. Esto es porque la cabeza del húmero es una “bola” que articula con una parte muy pequeña de la escápula. Esto permite mucha movilidad, pero deja a la articulación muy desprotegida. Necesita la acción de los músculos del manguito para mantenerse en su sitio. Esto quiere decir que los músculos están constantemente trabajando para mantener a la articulación en su lugar.

Fijate en lo que esto último implica: sin que nos demos cuenta, estos músculos, ya están trabajando mucho, para mantener la articulación en su lugar. Esto hace que movimientos bruscos, imprecisos, descontrolados, sobreesfuerzos continuados… Vayan forzando a los tendones, haciéndolos trabajar, rozar, estirarse, contraerse, chocar contra relieves óseos…

Esto puede dar una patología de mayor o menor gravedad.



En este vídeo corto podemos ver la acción pura de rotación externa. No aparece representado el supraespinoso, aunque haría la misma acción.

Lesión del manguito de los rotadores

Las causas más frecuentes son: escasa vascularización (que no le llegue bien el aporte sanguíneo),sobreuso,  traumatismo, degeneración o deformidad (por ejemplo en el relieve óseo acrómion, que provoca que roce con el tendón).

Es más frecuente que la lesión empiece afectando al supraespinoso, por ser el más superficial, con poca vascularización en su tendón, y que puede comprimirse contra el acrómion en los movimientos y posturas forzadas. Suele afectar más a personas mayores, debido a que una causa muy frecuente, como ya hemos dicho, es degenerativa, aunque claro, puede aparecer en personas jovenes por las demás causas (sobreuso y traumatismo principalmente).

Tratamiento y prevención de la lesión del manguito de los rotadores

En cuanto al tratamiento, variará dependiendo del tipo de lesión. En muchos casos se afectará el tendón, habrá un pequeño desgarro, o simplemente dolor, y podrá aliviarse con tratamiento conservador. Si se produce rotura (casos más graves), será necesario tratamiento quirúrgico. Algunas pautas generales:

  • Aliviar el dolor y la inflamación (medicación analgésica, reposo, hielo…).
  • Mejorar movilidad articular, en caso de que se haya visto reducida (ejercicios suaves específicos).
  • Tonificación y fortalecimiento muscular (también con ejercicios suaves específicos).
  • Evitar desequilibrios musculares y realizar medidas de prevención.

En cuanto a las medidas preventivas, las que nos interesan para el entrenamiento:

  • Entrenamiento específico de la musculatura. Ejercicios para mantener fuertes y flexibles estos músculos, sin trabajar en postura forzada. En Vitónica tenéis ejemplos de ejercicios para fortalecer el manguito de los rotadores sin dañarlo.
  • No obsesionarse fortaleciendo deltoides únicamente. Un deltoides demasiado potente frente a un manguito débil puede provocar que el deltoides traccione hacia arriba del hombro, reduciendo el espacio y favoreciendo la compresión del tendón del supraespinoso. Hay que trabajar todos los músculos de forma equilibrada.
  • Fundamental que la técnica venza al deseo de aumentar el peso levantado. Lo he dicho mil veces: es una articulación muy delicada. Hay que ir trabajando con mayor peso para potenciar la musculatura (recordad, sin trabajar unos músculos mucho y olvidarnos de otros), pero no tiene sentido colocar los hombros en posición forzada, levantar el peso realizando “tirones”, compensaciones, sin controlar el movimiento… No es difícil lesionarse si se somete a los hombros a un entrenamiento muy forzado. Seguro que en los comentarios alguien puede decir algo al respecto.
  • Nunca entrenar con dolor. Parar ante un ejercicio que provoque dolor. Bajar el peso levantado, o bien sustituir el ejercicio por otro que no provoque dolor.
  • Calentar antes de entrenar. Nada de estiramientos (estos mejor al final de la sesión), sino realizar el ejercicio con poco peso, para comprobar que se domina la técnica y se realiza el ejercicio de forma controlada. Ejercicios de movilidad de hombro (con pica) de forma suave, controlada, y ejercicios específicos para manguito de los rotadores (como los que he enlazado aquí) pueden servir para preparar la zona para un ejercicio más intenso.

viernes, 5 de junio de 2015

CUÁNDO ES NECESARIA LA RADIOGRAFÍA EN UN ESGUINCE DE TOBILLO

El esguince de tobillo es un archienemigo del deportista, pero también de quien no lo es, pues es una lesión muy frecuente que puede ocurrir por un mal paso o una caída leve. Las consecuencias van desde hinchazón y dificultad para caminar hasta una total limitación para dar un paso.


Sin embargo, aunque es una lesión molesta, muchos de los esguinces son leves; en cualquier caso, cualquier esguince de tobillo, con un diagnóstico y tratamiento adecuados, se puede mejorar y se obtiene una buena recuperación. En cuanto al diagnóstico, y de esto va esta entrada, no siempre es necesario realizar una radiografía, así que vamos a hablar un poco más sobre esta lesión del tobillo y la necesidad, o no, de hacer radiografías:

Esguince de tobillo y toma de decisiones

Los esguinces de tobillo se clasifican por su gravedad. Dependiendo de la gravedad, y de si hay lesión ósea (fractura o fisura) se hará necesario un tratamiento, desde el más simple, conservador, hasta férula de yeso o incluso cirugía.

Sin embargo, del mismo modo que no se deben utilizar escayolas sin motivo en los esguinces de tobillo (si no hay lesión que lo justifique, y un simple esguince leve no lo justifica), tampoco deben realizarse radiografías en todos los casos para el correcto diagnóstico del esguince. Para ello hay unas reglas de decisión clínica muy útiles, que podemos ver aplicadas, de forma rápida, pero precisa, en este vídeo, que corresponde a la serie "Urgencias" (Emergency Room en su versión original).
                                   

En el vídeo vemos la aplicación de las reglas de Ottawa, que permiten discriminar si una lesión de tobillo necesita radiografía o no (en el caso del vídeo, no la necesitó, se diagnostica esguince).

Reglas de Ottawa de tobillo

Estas normas para tomar decisiones en la exploración de tobillo son muy útiles porque son sencillas de recordar, y porque funciona muy bien para detectar si es un simple esguince o si se necesita radiografía para valorar, pues se sospecha fractura u otra lesión.

Consiste en la palpación de relieves óseos para ver si aparece dolor, y si la persona es capaz de mantenerse de pie y dar cuatro pasos seguidos sin ayuda. En caso de existir algún signo positivo, y de que el mecanismo de producción haya sido violento y se pueda sospechar lesión ósea, según estas reglas se debe realizar radiografía.

Para estar seguros de que puede haber una fractura, antes de hacer la radiografía, hay una prueba que se llama "del diapasón", que consiste en aplicar un diapasón vibrando sobre las zonas óseas: en caso de fractura, aparecerá dolor debido a la vibración. En caso de que la radiografía muestre lesión ósea sí que se debe utilizar una inmovilización tipo escayola.


Creo que esta información puede ser interesante, porque es una lesión muy frecuente, y es útil conocer los criterios diagnósticos; aunque tengamos claro que la información no sirve para realizar "autodiagnóstico", pues es necesario acudir al médico en caso de sufrir una lesión de este tipo.